Hace un tiempo en un encuentro de no se qué cosa latinoamericana (al que asistí inducido académicamente) tuvimos el placer de conocer un chileno. La relevancia de la circunstancia no era el hecho de que tenga nacionalidad chilena el webón (cosa un tanto poco agradable para quien escribe), sino que el hombre de doble apellido -como es habitual en los chilenos: uno común y otro exótico "Rojas Mix"- resultaba interesante por haber sido protagonista desde el exilio -y con su pluma- de la resistencia latinoamericana contra las dictaduras.
Lo cierto es que más allá del encuentro académico, tuvimos la oportunidad de tener una charla un tanto más directa con el hombre, quién, a pesar de vivir hace ya muchos años en Francia, conocía bastante de nuestro y país y sus realidades. Caminando de vuelta hacia la universidad de cordoba, nos contó que él había sido muy amigo de Cortázar y -aún- de Galeano... Que los tres (un argentino, un uruguayo y un chileno... dos escritores y un cientista social -porque eso es lo es el chileno, un cientista social-) habían desarrollado una intensa tarea concientizadora respecto de lo que en AL estaba sucendiendo bajo el gobierno de las dictaduras iniciadas en los 70.
Concientización que sirvió mucho, ya que alertó a la "comunidad internacional" de lo que sucedía. Pero su trabajo no culminó allí, ya que desde las letras y la ciencia siempre abogaron por la integración y liberación latinoamericana, en el caso de Cortázar comprometiéndose directamente con la situación cubana y haiteña.
Hace unos minutos estaba viendo un programa, no sobre Cortázar, sino un programa en el que él era el protagonista... es decir su voz, su imágen y su letra.
Entre la muchas cosas que decía, con esa voz entabacada y esa dicción ultra afrancesada -casi caricaturesca- dijo que él desde hacía muchos años que vivía en Francia por elección propia... que no se trataba de un exilio. Mas que desde hacía 5 años... desde la asunción de Videla, sí estaba exiliado... pero con un exilio doble... Presté mas atención que de costumbre... Y dijo algo muy interesante Don Julio, un exilio es físico, personal: la prohibición de la entrada al país de Cortázar, o lo que corno fuere, es decir que si el tipo venía o no se iba (depende quién) era boleta... hasta ahi nada desconocido.
Lo novedoso era la otra parte de "lo doble"... el "exilio cultural", la prohibición de leer los libros de Cortázar... es decir no sólo imponen el desarraigo, sino que además impiden la prescencia cultural de esa persona... pero a la vez privan a los -en ese momento- 22 millones de argentinos de acceder a las mejores creaciones artísticas (y científicas) que el propio país había generado.
Esta segunda face del exilio es tal vez la más peligrosa... pero ya no es solo una privación individual, sino que es una privación colectiva, que encierra lo que Cortázar llamó "el verdadero objetivo de las dictaduras"... la creación de robots, de personas que no piensen por sí mismas.
Me pregunto qué somos como generación... qué somo como país hoy... sino robots... seres que no piensan por sí mismos... podemos tocar la guitarra de la mejor manera, pero siempre utilizando una partitura que ha sido escrita por otro; solo somos intérpretes, nunca creadores... porque no pensamos... Ganó Videla