martes, 2 de noviembre de 2010

Esas esquinas


A veces pienso que el clima es sabio, no se. El día que murió Eva dicen que llovió, lo mismo que el día que murió Juan Domingo,lo mismo que el día que murió Yrigoyen, lo mismo que el día que despedimos a Néstor... días tristes

Pero ayer no llovió, ni cerca anduvo... ayer había sol, mucho sol... un día alegre (aunque, confieso, detesto el calor).

La transpiración ya era una más en la columna, se mezclaba junto con las botellas de agua generosamente compartidas, con la alegría de la changada que con distintas banderas, con distintos colores y distintas intenciones se abrazaban detrás de ese cartel: "Los estudiantes de la UNSE decimos nunca más"

Yo estaba ahí, como toda mi vida en condición de doble agente: cantando, marchando y aplaudiendo; observando, mirando, pensando qué hacía ahí, qué hacíamos ahí... las autoridades de la universidad también marchaban, y eso me gustó; una agrupación de la UCSE también marchaba y eso me gustó...

La Belgrano indiferente, como casi todo el espacio público santiagueño, nos miraba sin ver, nos escuchaba sin oír... los bicipolicías ya nos custodiaban. "mirá" le digo a uno... "eso lo consiguió Néstor, ahora nos custodian las manifestaciones y nos van cortando las calles por donde vamos a pasar, en lugar de marcarnos o cagarnos a palo" como para hacerlo enojar. "Bah" me contestó, "eso desnaturaliza la protesta, la hace dejar de ser antisistema", me quede en esa discusión un par de cuadras, me gusta despuntar ese vicio, lo reconozco.

Me había ido para el frente de la columna, un compañero me pasa un cuaderno, "te parece que leamos esto en la radio abierta?"... Era un comunicado, una declaración en relación al juicio, a la sentencia, a la memoria de Kamenetski."Está bueno" le dije, "léelo vos" me dice, "no sé, que lo lea Gastón"...

Alguien me pasa una botella de agua vacía, la uso para golpear con el cuaderno y acompañar en el ruido a los changos del redoblante y el zurdo... levanto la mirada, estábamos en la belgrano y jujuy, miro hacia el este y veo un bicipolicía con su handy y mi mente se dispara, casi un "deja vu"...

Me voy, o mejor dicho vuelvo... es de noche, en la marcha había más gente, mucha mas gente, yo era más joven y mas flaco... había más policías, muchos más policías, no nos custodiaban por entonces, nos marcaban a cara de perro. Algunos, los más grandes no les tenían miedo, hasta los desafiaban, otros teníamos cierto temor. Eso del juarismo no era joda, ese Musa no era joda, y aunque estaba en la plana de todos los diarios seguía manejando todo: "ole ole, ole ola, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar" cantábamos, como hoy... pero también cantabamos "a ver, a ver, quien dirige la batuta, si el pueblo unido, o la Nina con su yuta"...

Era la misma esquina, claro que el tiempo había pasado. Busco un confidente, y al mismo socialista que le eché a Néstor en la cara cuadras atrás le digo "mirá si no tendrán resultado las luchas sociales", casi desconcertado me mira, "hace 7 años marchábamos por acá pidiendo por Leyla y Patricia, y por que se vayan Juárez y Musa"...

Salían de La Banda las columnas, o de la autopista, no me acuerdo, pasaban por la plaza, hacían un stop en la catedral (por entonces teníamos un Dios de izquierda), y seguían hasta el Juzgado a pedirle a don Toledo que deje de ser tan cómplice de los hijos de puta

Ayer salimos de la UNSE y fuimos directo al juzgado, a esperar una sentencia ejemplar, y la tuvimos: Cárcel común y perpetua

Algunas esquinas por las que pasamos fueron las mismas, pero nosotros no éramos los mismos, y la realidad no era la misma. Pasaron muchas cosas en 7 años, es bueno recordarlas... esas esquinas están de testigos, nuestros cuerpos están de testigos, la memoria de este pueblo está de testigo

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