jueves, 26 de mayo de 2011

Revolucion

Ayer pensaba en la importancia de los docentes (y de la escuela) en la reproducción de los lugares comunes de nuestra historia. Esos lugares comunes que aparecen -y parecen- como inocentes... pensemos el 25 de mayo, siempre es "a la billiken": la negra mazamorrera, el negro velero, el virrey malo, los revolucionarios unos bambis, french y verutti repartiendo escarapelitas, llueve en una plaza colmada de damas antiguas que con sus mejores trajes piden saber "de qué se trata".
Y el 25 de mayo pareció haber sido eso y nada más. Sabe de qué se trata señora paqueta? se trata de una revolución, por eso ahí andan French y Verutti a los tiros, agitando con sus chisperos. Y tenga miedo señora porque de lo que se trata es de instaurar un cambio que seguramente a Ud. y a los suyos no les gustará mucho.
No es culpa de las maestras, ojo... es fruto del contenido que a ellas les ordenan enseñar y de la consideración pedagógica que se tiene sobre nuestros niños. Se cree que el mejor modo de enseñarles la historia es tratándolos como zonzos, y cuando preguntan algo sustancial les contestamos con mazamorras, velas o dulce de leche. Lo peor son los papás que van a los actos de primer, segundo y tercer grado y cree que saben de historia argentina entonces lo escuchan a Macri hablando de lo lindo que fue el primer centenario y de lo feo que fue el segundo y le creen (por suerte ahora menos que antes).
Creen (¿creemos?) que los cambios se hacen con "diálogo" y "consenso" (me acuerdo el tema de serrat Algo personal "Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión de declarar públicamente su empeño en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo que garantice unas premisas mínimas que faciliten crear los resortes que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz"). Porque es ese "diálogo y consenso" es el que les permite imponer sus posiciones dominantes que significa casi siempre dejar las cosas como están. Por eso es necesario mostrar los hechos fundacionales de nuestra nacionalidad como algo logrado con cintitas de colores y no a los tiros.
Es verdad que apareció Cornelio, a Mariano lo tiraron al Mar, también apareció el cura de Córdoba, a Castelli le fueron pa atrás en una batalla, a Belgrano lo reventaron en el Ejército del Norte, y el cambio no llegó hasta donde quería, pero algo se hizo, pucha que algo se hizo!!!!!
Ayer también pensaba, que loco estos chabones que nadie sabe bien porqué deciden no ser cipayos. Son ellos los que hacen las revoluciones, las reformas, los cambios. Son esos sujetos que llegan a posiciones de poder y que deciden tener en cuenta ideas que -siendoles o no propias- conducen a un proceso de liberación colectiva.
Junto con el espíritu digno y la capacidad de resistencia de nuestras clases populares, esos lideres anticipayismo sea lo mejor que tengamos en nuestra historia los países oprimidos del mundo. Esos tipos que teniendo todo para ser un Menem deciden ser un Krichner, que teniendo todo para ser un Mitre son un Yrigoyen. Y los hay en todos lados del mundo, y tal vez esa sea la diferencia más importante entre el primer centenario y el segundo. ¿Me explico?
En la revolución de 1810 existieron dos facciones claramente contrapuestas, la de Moreno, Castelli, Belgrano, Monteagudo, etc. frente a la liderada por don Cornelio cuyo triunfo político fue la conformación de la Junta Grande con los representantes del "interior" dominados por el cura cordobés Dean Funes. Es posible detectar allí un planteo entre aquellos que pretendían un cambio radical, profundo, de fondo, y otros que sólo buscaban una reformita maquillando el orden vigente.
El primer bicentenario encontró al país sumergido en un orden político y económico exclusivísimo, cuyos líderes eran unos cipayos (para qué dar mas vueltas) que se dedicaban a mostrar un crecimiento fantasmagórico del país mientras se enriquecían a costa del hambre y la exclusión de millones (cualquier coincidencia con el 76 o los 90 NO es pura coincidencia). Ellos pasaron a la "historia" como la generación de un centenario pujante, "granero del mundo", entre "los 10 países más ricos del mundo", una "verdadera democracia" y cuanta pelotudez más se le ocurra decir a Vargas Llosa y su banda de ignorantes liberales, que se olvidan del estado de sitio, las huelgas, la represión, el hambre, (etc.etc.etc.)
El bicentenario encontró un país que hacía 9 años había estado terminal. Pero cuya dirigencia nacional se había propuesto construir un Estado Nacional y Popular. Casi nadie sabe bien qué significa eso, asi que aquí nosotros interpretaremos que se habían dado a la tarea de construir un país libre, justo y soberano, es decir sin cipayismos, sin relaciones carnales. ¿Que mueve a estos tipos a elegir por la liberación de sus pueblos y la condena de los que escriben la historia oficial frente a la posibilidad de seguir reventando el futuro de su patria y tener guardado un lugar de privilegio en la memoria de las clases privilegiadas?
En eso pensaba ayer, en los rebeldes de la historia, de nuestra historia.

2 comentarios:

Cari dijo...

Texto que invita a despabilarse más allá del pensamiento "Billiken".
Me gustan los actos de las fechas patrias en las escuelas,si de niños reforzamos un significado de Patria que en adultos podamos sostener.
Saludos

Macha dijo...

En cuanta cosa se puede pensar días como ayer y como anteriores y posteriores. Tenía ganas de leer algo tuyo, de lugares comunes. Un abrazo grande man.